domingo, 12 de junio de 2011

¿Influenciar o manipular? danzando entre las diferencias.

Escrito por: María Mercedes Gómez
El sábado 16 de febrero de 2008


En ocasiones preferimos echar la culpa de lo que nos sucede afuera, cualquier candidato para llevarla es mejor que aceptar la própia responsabilidad de lo que nos ocurre. Los invito a reflexionar sobre las igualdades y diferencia entre la influencia y la manipulación.




Hablar de influencia nos conecta con expresiones como “tu eres muy influenciable” o “te manipularon” tales afirmaciones tienen una carga semántica que sugiere debilidad o desvalía para responder a ciertas situaciones.

En una negociación pudieran surgir expresiones como “te influenciaron” o “me dejé llevar”. En el caso de que un infante quiera algo de nosotros decimos con asombro: “¡que manipulador! ese chiquillo siempre se sale con la suya” y si el asunto tiene que ver con parejas nunca faltan las consabidas: “zorro viejo”, “tonta descuidada”, “seductora”, “mosquita muerta”, “Hombre débil” etc.

Como ven, pareciera que estuviéramos contando un ramillete de historias de víctimas y perpetradores, donde los personajes son: el más villano de todos vs. un corderito indefenso que no se dio cuenta y cayó en las garras de una fiera desalmada.

Propongo que comencemos por pensar que posiblemente todos, en mayor o menor medida, hemos influenciado o manipulado a alguien. ¿Cuál es la diferencia entre manipular e influenciar? ¿De que nos sirve hacer ésta diferenciación?

Cito a Laura Robles para intentar mostrar algunas diferencias:

“Influir es actuar mediante nuestra convicción en el comportamiento propio o ajeno. Cuando lo hacemos intentamos darle curso a nuestras opiniones con el propósito de obtener un objetivo común. Otra cosa distinta es manipular lo cual es una forma de influencia engañosa, donde intento actuar sobre alguien para solo obtener intereses propios.”

Me voy a centrar en abordar de una forma distinta el tema de la manipulación, la idea es que aprendamos a lidiar con ella no desde persuadir a los que son manipuladores sino para dar herramientas de quienes son objeto de las manipulaciones y lo haré desde la poderosa afirmación que a continuación comparto:

“Soy el protagonista y el director de mi propia vida”.

Aquello que pensamos, sentimos y hacemos tiene consecuencias, de hecho quienes somos, lo que tenemos y lo que vivimos son consecuencia directa de lo que pensamos, sentimos y actuamos alguna vez. ¿Haz sido objeto de alguna manipulación? ¿Las consecuencias no fueron favorables para ti? de ser así, tu eres cómplice de eso que te ocurrió -sé que es duro leer esto pero es una realidad- Las cosas que te pasan suceden (consciente o inconscientemente) porque así lo permites y éstos episodios no son más que una oportunidad para aprender de ti mismo, descubrir tus propios recursos, ser mas inteligente y crecer.

Pensar en ti como el centro de todas las cosas que te ocurren te ayuda a hacerte responsable de tu propia vida. Al hacerte cargo de ti mismo entonces comienzas a ser auto dependiente, que quiere decir que dependes de ti y de aquellos a quienes tú eliges.

Ser auto dependiente evita que seas manipulable, no podemos seguir echándole la culpa al otro, eso nos coloca en el lugar de una inocente criatura que depende de todos menos de si misma ¡ya basta de esto!

La propuesta es a que te des autocontención o la capacidad de conseguir contención de cualquier fuente, no de alguien en específico. Si alguien no te da lo que tu quieres, pues dátelo tu mismo y si no puedes seguro alguien querrá, es cuestión de que abras tu mente y lo identifiques.

Mientras te propongo que dependas de tus partes adultas para que se hagan cargo de el niño que sigues siendo, ocúpate de ti sin temer a que te abandones a ti mismo, si te encuentras sufriendo es porque fuiste abandonado por ti, por lo tanto reencuéntrate.

Ya hemos atendido la manipulación desde la responsabilidad y la adultez, desde el yo y no del otro. Ahora pasemos a aprender más sobre los procesos de influencia.

En los procesos de influencia, la percepción del otro determinará si estamos influyendo o manipulando, es decir que una misma acción podría ser interpretada como influencia o como manipulación. Una clave que te regalo para poder verificar si se manipulando o influyendo es la clave PRI.

P= Percepción del otro de que es algo bueno.
R= Resultado positivo común.
I= Intención buena de quién la ejerce.


En los procesos de influencia es necesario evaluar de forma bidireccional los objetivos y la sincronización de emociones. Esto te permitirá darte cuenta de la forma en que estás siendo percibido por la otra persona. Es necesario desarrollar la agudeza necesaria para percibir al otro, para conocer cómo está reaccionando ante nosotros y cuál será el juicio final que tendrá del proceso de influencia.

Hacer la debida diferenciación entre influenciar y manipular nos ayudará a ejercer el liderazgo de una manera responsable y digna. Si en alguna situación vuelves a oír o decir algo como que: “te quitaron la chupeta de la boca como a un niño”, espero que puedas recordar las diferencias que acabo de compartir contigo y te hagas cargo de ti, sin duda será una nueva oportunidad para aprender y corregir lo que hayas de corregir, al fin y al cabo todos y cada uno de los seres humanos tenemos poder para influir en otros, de eso se trata -en parte- la convivencia.

mm@geneticadelcambio.com.ve

miércoles, 1 de junio de 2011

Aportar tu grano de arena desde la emoción correcta.

Escrito por María Mercedes Gómez el sábado 16 de febrero de 2008 ¿Cómo cargar el cartucho de energías que favorezcan el avance que nos conduce al mejor resultado?

Nos resulta en ocasiones muy extraño encontrar a personas que bajo circunstancias delicadas: personales, laborales y sociales, conserven la serenidad de una pluma arrastrada por el viento aun cuando saben que sus vidas -de alguna forma- están bajo amenaza y en peligro. Cuando nos topamos con estas maravillosas personas, no nos queda más que admirarlos y preguntarles: ¿cómo lo logran? Lo que yo haré a continuación es intentar hilvanar una interpretación de lo que he observado en la gente que se recupera y dan el salto. Comenzaré hablando sobre “la actitud con C”

Actitud: es la disposición de animó de una persona y de cómo se provee -desde los recursos y medios que le son propios- para lograr un estado emocional favorable que contribuye a que él mismo alcance el fin que le proporciona felicidad.

La palabra “ánimo” viene de la raíz latina “ánima” que sugiere “vida” y una griega que aporta el significado de “soplo”. -Me encanta pensar en un “soplo de vida” porque me permite ver que cuando no tenemos ánimo precisamente nos sentimos en la inexistencia y la inexistencia tiene mucho que ver con el reconocimiento de los demás y el autoreconocimiento. Si yo sé de mí me reconozco y si tú sabes de mí me reconoces entonces el soplo de vida empuja la vela de mi barco.

Abordemos las situaciones de la vida desagregando las fases que la componen.

I fase: “El yo en crisis”
Crisis a aquellas situaciones que requieren que tomememos decisiones que afectan nuestra vida. Las emociones típicas que indican que estamos en crisis -según mi experiencia- son: El miedo y la ansiedad, y de éstas emociones se desencadenan manifestaciones menos nobles como: la envidia, los celos, la rabia, las mezquindades, la crueldad, etc. todos éstos sentires calificados como inhumanos son en realidad productos 100% humanos y nos sirven para darnos cuenta que estamos “haciendo agua”, “que lo que vivimos es mucho para nosotros” y “que necesitamos buscar ayuda”. ¿Dónde hallarla?


II fase: Recursos internos y externos.Para ti, para mí y para todos es vital sentirnos reconocidos, al menos, en nuestras capacidades. Hallamos ánimo de dos fuentes: la externa y la interna que asociamos con la creación de un estado de seguridad necesario para recuperarnos y avanzar. Es importante que entremos en un proceso de evaluación y determinemos con qué contamos aquí y ahora.

Te regalo el siguiente ejercicio:

Escribe tus recursos internos y externos y verifica si las cosas que escribes son tuyas o están disponibles para ti hoy.

Identifica tus recursos internos:

¿Cuáles son los conocimientos que te distinguen hoy en tu contexto actual, tus saberes diferenciadores, aquellas cosas que sabes hacer con maestría actualmente?


¿Qué historias (recuerdos personales, experiencias) puedes rememorar que te aportan la experiencia y la emocionalidad que te hacen sentir valioso hoy?


¿Cuáles son tus anhelos (sueños, cosas deseadas y no alcanzadas aun) relaciones, cosas, situaciones deseadas por ti para ti y para quienes tu aprecias?


¿Qué destrezas y habilidades -poco corrientes- posees que manifiestas en tu entorno actual por la cual te identifican y te hacen solicitudes específicas? (capacidades para la manifestación de recursos, el arte que te distingue)


Identifica tus recursos externos:

¿Cuales son las personas que pueden hacer algo por ti en la situación de crisis en la que te encuentras hoy? Es importante que verifiques y seas específico.


¿Qué organizaciones pueden, quieren o necesitan hacer algo por ti hoy en la situación en que te encuentras?


¿Qué bienes tienes a tu disposición para afrontar la situación actual?


¿A quienes crees que puedes acudir para solicitar o negociar cosas para ti?



Este ejercicio puede ayudarnos a establecer un informe detallado de la situación actual y tu inventario de recursos para luego establecer estrategias para lograr un resultado en función de un propósito.

III fase: Propósito y Resultados

Propósito: Busca la satisfacción en el poder que tienes de hacer cosas.Una cosa fundamental para establecer o declarar un propósito es que definas aquellas cosas que te producen alegría a ti y las escribas. Mientras más cosas escribas más cosas estarán disponibles para construir y cumplir tu propósito.

Resultados: Se refiere a tangibles, cosas que puedes tener y sentir.
¿Qué puedo obtener de mi quehacer? Ahora es necesario que escribas lo que lograras en términos reales. Pregúntaté: ¿Qué obtengo, que hay para mi, cuál es mi ganancia? Muchas veces nos perdemos de obtener lo que queremos porque nos quedamos anclados en la depresión, la tristeza y el desánimo. La idea es que la manifestación depresiva no nos desvíe de nuestro propósito existencial para gozar así de los resultados que serán las evidencias de su cumplimiento.

El mejor resultado será aquel que viene de una existencia con propósito. Espero que en ésta fiesta que estamos preparando que se llama “vida” estén presentes aquellos invitados que comparten con nosotros la alegría de ver cristalizado nuestro anhelo personal y que ese anhelo personal aporte a la existencia éstos un grano de arena que contribuya a crear un resultado trascendental que contribuya con la realización y la alegría de tus seres queridos y de la humanidad en general.

mm@geneticadelcambio.com.ve