Por Amalia Franco (amalia.franco@gmail.com)
El ambiente Montessori es un lugar amplio y abierto,
ordenado, estético, simple y real, donde cada elemento tiene su razón de ser en
el desarrollo del aprendizaje. El ambiente es proporcionado a la medida de los
grupos. El salón está especialmente preparado para recibir las diferentes
actividades programadas y en especial permite una gran libertad de movimiento.
Los aprendices pueden trabajar en grupos o individualmente, respetando, de este
modo, su propio estilo y ritmo, su criterio y su diferenciación como individuo.
Traigo a reflexión la definición fundamental de este tipo de
ambiente porque, en principio, considero que en el proceso de facilitación es
de orden primario que ese espacio esté acondicionado de manera ideal y dotado
con aquellas herramientas de facilitación que permitan dinamizar el
aprendizaje. El espacio, y lo que en él esté contenido, debe encender el motor
de la motivación o generar al menos una alta expectativa inicial para el
proceso de aprendizaje que se experimentará. Influyen claramente en esto los
valores estéticos y el orden, que generan a primeras vistas sensación de
bienestar, nada debe estar “fuera de lugar”, y todo muy bien presentado,
incluida la mesa del desayuno o famosa “mesa de break”.
Acostumbramos los populares cachitos o pastelitos, el café, los
jugos, la leche y el azúcar… muchas veces sin una variedad que permita salvar
las diferencias alimenticias entre los participantes. Hoy día son más y más los
que se suman a estilos de alimentación alternativas por elección propia o por
razones de intolerancia, y cada vez aparecen en nuestras salas quedando de
alguna forma relegados de espacios tan importantes de intercambio y
asentamiento de experiencias como son precisamente “los break”. Otro factor importante
es eso que ofrecemos… el listado principal de este párrafo contiene el 90% de
los ingredientes que causan somnolencia y pesadez durante las usuales conferencias,
simposios o experiencias de aprendizaje general y debemos empezar por romper
este paradigma.
Si debemos acondicionar el espacio adecuadamente para la
experiencia de aprendizaje uno de los aspectos más básicos en el comportamiento
humano, como lo es el hábito alimenticio, debemos colocarlo a favor desde dos
ópticas igualmente relevantes, la primera, desde la mira de la inclusión de los
“diferentes” al momento que nos damos a la tarea de averiguar entre ese cuórum
quienes pueden tener preferencias alimentarias que salen de lo “regular” o
simplemente colocando variedades para escoger (contentivas de carnes, alimentos
integrales o ricos en fibra, sin gluten,
light, o vegetales, etc.) y la segunda, desde la mira de proveer alimentos y
bebidas en esos “breaks” que estimulen la concentración y la atención, pues
considero que de ambas ópticas llevadas a la práctica podemos obtener
interesantes beneficios. http://www.ecoosfera.com/2013/06/7-alimentos-que-favorecen-naturalmente-tu-concentracion-mental/
Prácticas como repartición mano a mano (facilitador - aprendiz)
de un bombón de bienvenida estimula en el participante esa sensación de
presencia dentro del todo, de ser tomado en cuenta, abre el espacio para saber
en pocos minutos quien es y capturar su atención, además de contener Serotonina
y Teobromina, que producen sensaciones fisiológicas de felicidad y estimulación
natural, preparándole para lo que prontamente será una experiencia de
aprendizaje genial. También, de la cultura oriental se puede rescatar la
repartición de té durante el desarrollo en especial de charlas o conferencias,
pues el té posee un aminoácido
propio, la L-theanina, que mejora el sentido de alerta, el tiempo de reacción y
la memoria. Salvando las reglas fisiológicas de la atención en sala que nunca
debemos dejar de poner en práctica.
De esta forma no solo
acondicionamos el espacio y generamos el ambiente de forma ideal cuidando los
detalles finos, también aplicamos de manera diferente (reificamos) conceptos
previamente validados por el método Montessori, donde sea posible la acción y
la selección. Y como facilitadores de alto impacto ganamos el ser guías
inteligentes, sensibles para potenciar en cada aprendiz el auto
desarrollo y el descubrimiento de verdades esenciales en un ambiente estructurado especialmente por nosotros.
Gracias Amalia por ayudarnos a aprender la necesidad de la alimentarnos correctamente para potenciar las posibilidades de utilizar nuestro cuerpo y mente de manera mas eficiente y contribuir con nuestros buenos hábitos a crear un ambiente de aprendizaje mas estimulante. Agradecida por tu aporte.
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