jueves, 17 de junio de 2010

El resultado de lo que vivimos es el producto de lo que pensamos. Profecía Autocumplida


















Nada de lo que nos rodea está -como por arte de magia allí- para satisfacernos o para hacernos sentir terrible.

Somos bendecidos o víctimas de nuestras creencias, también bendecimos o maldecimos al otro, por las creencias y valoración que hacemos del otro.

Da terror pensar con consciencia el daño que nos hemos podido hacer o hacer a quienes amamos y con quienes nos relacionamos, por el hecho de juzgar situaciones y hechos de manera alegre y sin saber.

¿Cuántas veces descalificamos a otros, y también fuimos alguna vez descalificados por otros de forma: racional, moral y socialmente'

¿Qué estoy diciéndole al mundo acerca de mi propia persona, cuando me dejo llevar por la deseabilidad social y asiento activa o pasivamente en la injusticia de etiquetar a otro?

¿Cuánto daño o beneficio somos capaces de hacer?

¿Cómo contrarrestar y protegernos del efecto maligno del pensamiento ajeno?

Y también: ¿Cómo cargarme de energía del pensamiento entusiasta y del reconocimiento ajeno que me aprueba y me dice "SÍ, TU ME ENCANTAS"?

¿Cuál es implicación personal consciente de la que puedo hacerme cargo en ambos casos?

Son algunas de las preguntas que abordaremos en éste artículo relacionado con el estudio del Dr. Robert Rosental.

... Esperaba que continuaras la lectura, gracias por visitar nuestro blog y seguir leyendo y aprendiendo con nosotros...

A continuación anexo una porción del Libro de Linda Kasuga: Aprendizaje Acelerado, que hace referencia al tema que hoy abordamos: La Profecía Autocumplida.

“La idea de que lo esperado por una persona puede influenciar la conducta de otra tiene sus raíces en la mitología griega. Pigmalión, el príncipe, tenía la meta de crear una estatua de la mujer ideal. Tuvo demasiado éxito, se enamoró de su creación como sí se tratara de una verdadera mujer, su fe en sí mismo y en su amor le trajo a la Diosa Venus, y el marfil se volvió carne, según la mitología"

¡Qué bella historia! Que útil como metáfora de lo que podemos hacer mediante nuestra conversación interna y externa, producto de nuestros pensamientos.

El Dr. Rosental quien presentó su tesis doctoral en relación a éste fenómeno, demostró mediante el siguiente experimento que el desempeño de los estudiantes era proporcional a la percepción acerca de lo que podían rendir y trato de simpatía de el maestro que los lidera.

El experimento consistió en una mentira, que a apropósito se les comunicó a los profesores, sobre que el 20% de sus estudiantes fueron identificados por un estudio especial de inteligencia, y calificados como “muy capaces de florecer intelectualmente”, La mentira consistió en que ese grupo de 20% era de coeficiente mixto igual que el resto.

Al final del curso, éstos muchachos calificados como "muy capaces" fueron evaluados individualmente en su IQ (coeficiente intelectual) y detectaron que se había incrementado en 4 puntos: Éstos niños crecieron en capacidades, porque el maestro creyó que eran especiales, lo más increíble del estudio es que el mismo maestro recibió resultados tan buenos como los anteriores en el coeficiente intelectual del 80% del grupo restante, y aun así, éste mismo maestro desestimó el desempeño de los estudiantes ubicándolos, según su juicio, en desventaja intelectual, social y emocional.

¿Alarmante verdad?, podemos hacer maravillas o atrocidades con nuestro "buen juicio" en las personas que aceptamos como estudiantes y que nos autorizan como facilitador, líder o maestro. ¡Qué responsabilidad!

Ahora ubícate en tu rol de facilitador de alto impacto y pregúntate dónde está el foco de tu buen desempeño ¿está en la contribución en el desarrollo de las capacidades de otros?

Piensa también en que: sobre ti como facilitador, hay expectativas diversas ejerciendo influencias múltiples. ¿Qué puedes hacer para aprovechar los efectos deseados y contrarestar efectos indeseados? Ya no eres un niño y sabes sobre el efecto pigmaleón… es hora de hacerte cargo de ti mismo, para luego poder lidiar con el aprendizaje de los demás.

Eres emisor y receptor de influencias múltiples que te pueden beneficiar o por el contrario perjudicar mucho; a continuación te damos algunas ideas que nosotros ponemos en práctica y que nos han funcionado, hasta ahora bien:

Primero las más fáciles, que son:

1.Decidir anticipadamente esperar lo mejor de tu audiencia y prestar atención individual a cada uno de quienes la componen.

2.Estar conciente antes, durante y después del evento educativo ,que las probabilidades de que se reviertan las influencias se te multiplica en el número de participantes atendidos, es decir, tu siempre trabajas más que los demás, recibes más conocimiento que los demas, recibes más estímulo y recibes más reclamos tambien que los demas, por lo tanto la única constante para ti es: más… más y más, y eso es un hecho.

¿Qué puedes hacer con tanta abundancia de todo y de todos?

•Debes aprender a lidiar con ambas tendencias (de estímulo o decalificación) sin permitirte reflejar lo indeseable. ¡¡Facilito no es, pero sí es posible ÁNIMO!!

•Requiere tu auto-determinación para hacerlo bien, haciendo foco constante en el bien común. Siempre está sobre lo individual, el bien común… si algo favorece a minorías e individualidades, ya sabes qué hacer y qué no hacer.

•Requiere no engancharse en lo negativo, aceptar lo ocurrido, atender lo posible en el momento y continuar, sin tomar de manera personal lo que no gustó a ti o a alguien.

•Requiere no acomodarse demasiado en el elogio y regodearse excesivamente en la victoria, para no sufrir decepciones futuras, por lo tanto, tampoco es recomendable tomárse muy a pecho lo que si gustó de tí a alguien, ya sabes como es la fama EFÍMERA, pregúntale tu famoso preferido. Un agradecimiento sencillo de aprecio por la caricia psicológica de tus seguidores es suficiente. No te engrandezcas, eso también pasará.

•Requiere disfrutar del trabajo bien hecho y tomar energía de allí, que es inagotable y está a tu entera disposición de forma independiente. Aquí sí puedes auto-complacerte sin reservas, eso si -en privado- para no herir al que no sabe hacerlo consigo mismo... Lo que eres capaz de ver en ti y tu desempeño, que sabes que es extraordinario, es y será una fuente radioactiva de energía de "sopotocientos megatones" todos tuyos, para ti, en el momento que lo necesitas, esos son tus recursos personales. Disfruta de tu auto- concepto, independízate -no de la gente- agradece siempre el reconocimiento, pero no te hagas dependiente jamás de la aprobación de los otros, escúchalos, negocia, acepta y agradece. Y gózate tú solo… ¡¡Quiérete full siempre!! Sé que esto suena muy raro y hasta impúdico, pero no importa, prúebalo y aprúebate. Te va a gustar, y sobre todo te va a servir, te lo aseguro…

• Requiere esperar lo mejor de todos y cada uno, también estar preparado para afrontar lo peor de todos y cada uno, y aun así, seguir "pa´lante" sin rencor, con la consciencia plena de que lo que es, es perfecto tal cual es... y es también una oportunidad única de aprender algo, sea que te guste o que no te guste a ti; o sea que les guste o no les guste a los demás...

• Requiere creer que "todos somos parte de una sociedad de aprendizaje", que todas las partes son corresponsables del proceso y que tú como el líder de esa sociedad, te llevas la mayor carga con gusto, porque así lo decidiste y te da propósito de vida

¿Qué mejor trabajo puede ser que el de tener el privilegio de ser aquel que contribuye en forma consciente en el desarrollo de otros? ¡Es lo máximo, piénsalo!

Aceptar el combo de expectativas y retroalimentación de los demás y decidir hacer lo mejor que podamos con ellas, facilitar es deseo de muchos pero privilegio de pocos... solo de aquellos que deciden aprender cómo contribuir con el aprendizaje de otros, son los que podrán hacerlo bien.

¡Bienvenido a una vida de propósito mediante el desempeño del arte y la ciencia de educar a sí mismo y a otros!

Y NO OLVIDES NUNCA LO SIGUIENTE:

Cuida siempre a la sociedad que lideras como facilitador de alto impacto, no la uses para satisfacer intereses própios y egoístas, no tomes ventaja de la autoridad que te otorgan, no edifiques sobre lo ajeno. Sé real y conscientemente bueno, haciendo el bien siempre y rectificando -cuando sea necesario- tu actuar… Recuerda que tus aprendices te dan demasiado: te dan sus ojos para ver, sus oidos para escuchar y su corazón para sentir, y su confianza para aprender lo provechoso a ti... y tú debes honrarlos para equilibrar la dádiva. Si sientes que ésto último te aplica, pues piensa que es contigo, pórtate bien y haz lo propio.

Para información sobre la próxima formación anual para facilitadores de alto impacto comunícate al 0416 6097609 o escríbenos a: info@geneticadelcambio.com.ve

2 comentarios:

  1. Me encanta ! Continuen en esa hermosa labor de apoyar a otros, seguir creciendo y aprender en el camino. Un abrazo lleno de mucho amor !

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