domingo, 24 de enero de 2010

“En la cohesión está la fuerza”


















"Muchas veces me he hallado en la situación de ser un miembro exitoso de un equipo líder”

Por: María Mercedes Gómez Mazzeo


Las veces que he alcanzado el éxito en cualquier ámbito de mi vida ha sido por el elemento cohesión de equipo. Me doy cuenta también que mis fracasos están ligados a la falta de cultivar ese ingrediente, comportamiento, habilidad o destreza compartida que es la cohesión de equipo.

Viendo el asunto de la cohesión desde el punto de vista lingüístico, llaman cohesión: “al conjunto de procedimientos microtextuales que permiten organizar las ideas expuestas en un texto” http://es.wikipedia.org/wiki/Cohesi%C3%B3n_textual


Si somos seres lingüísticos y es verdad que nuestras realidades son producto de lo que decimos, pensamos, escribimos o conversamos, tenemos que, la cohesión de un equipo pudiera ser el producto de la organización armónica, la complementariedad y la pertinencia ideológica de tales manifestaciones lingüísticas colectivas.


En mi experiencia, gente con quien he conformado Equipos Líderes, reconocidos nacional y mundialmente, en una situación, ha sido la misma gente con la que por la pérdida de la cohesión hemos sido el peor equipo de todos también. Observo que no se trata entonces de solo de competencias, estilos de desempeño y conocimientos; se trata más bien -a mi modo de ver - que el secreto del éxito en el liderazgo de equipo dependerá de lo armoniosas que puedan ser las conversaciones del colectivo que la conforma en un momento específico.

Ahora paseémonos por otro concepto extraído de la sociología, se trata de la cohesión social que designa: “el grado de consenso de los miembros de un grupo social en la percepción de pertenencia a un proyecto o situación común. Es una medida de la intensidad de la interacción social dentro del grupo... Atenta contra la cohesión la anomia, es decir, el comportamiento no basado en normas”. http://es.wikipedia.org/wiki/Cohesi%C3%B3n_social

Aquí encontramos otros datos que nos pueden ayudar a verificar el asunto de la cohesión de equipo:

Conversemos primero del sentido de pertenencia. Me imagino que algunos de los lectores han sentido de alguna manera los efectos de la exclusión, es decir, lo que sientes cuando te pasan por alto, te olvidan, no te invitan a participar cuando esta entendido, al menos por ti, que eres un miembro de equipo y /o parte de un grupo. Se trata de una sensación muy desagradable de “no existencia”, de “no importancia” con referencia al otro que te borra de la escena sin piedad, ni explicación alguna… Éste es uno de los síntomas clásicos de inexistencia de cohesión grupal.

Puede además, ser la consecuencia directa de cosas que se dicen o se piensan o se juzgan sobre la persona que es excluida que la hacen desmerecedora de la compañía de quien la excluye. Lo vemos en las parejas, las familias, los grupos de amigos, los sitios de trabajo: entre jefes y subordinados, entre pares, entre departamentos, entre socios, entre aliados, entre clientes y proveedores; la exclusión destruye la cohesión entre los miembros y desaparece la función de equipo. Esta práctica puede ser mortal si se te ocurre excluir a la bruja “Maléfica”, sino pregúntale a la Bella Durmiente sobre las consecuencias, eso puede ser en casos extremos, en otros casos, puede ser que olvidaste y heriste alguien valioso dejando abiertas heridas que no sanan fácilmente y desgarran el capital emocional del individuo y su grupo.

De segundo elemento tenemos a la interacción social. Un equipo de gente que no se busca y se encuentra intencionalmente, que no conversa o se escribe con frecuencia, que no piensa en el bienestar del otro y no se preocupa por su sentir, su pensar, su actuar, conlleva al enfriamiento de la relación y a la eliminación de la interacción social.

Sonará extraño y “comeflor” pero los mejores equipos se demuestran amistad genuina, al menos en los momentos en que han sido como colectivos, una referencia de éxito y liderazgo. Sus integrantes actúan juntos con confianza y placer de compartir, se felicitan, rien juntos con frecuencia, celebran sus éxitos, conversan sobre oportunidades de mejora, se cuidan, se apoyan, no se atropellan cuando actúan en conjunto. Cuando los ven actuar juntos, los que observan se quedan maravillados en la forma en que se escuchan, se consideran y se quieren. Sí, se quieren, -raro decirlo- pero los equipos líderes se demuestran cariño y respeto. Será por eso que el MIT tiene como valor al AMOR en las organizaciones… parece ser que uno de los secretos de éxito de los equipos líderes, es cultivar y atesorar el amor cobrando relevante sentido en esta forma de organización. Cuando el amor se enfría o se apaga, se destruyen las ganas de estar y trabajar juntos y, el equipo con sus resultados, se van a pique.

El tercer elemento es la anomia. Pasar por alto las reglas establecidas o el contrato formal o psicológico del equipo. La norma generalmente se establece para protegerse mutuamente entre los miembros, protegerse de daños físicos y emocionales. Pasar por alto una norma moral, un acuerdo pre establecido o cuando sucede que por error y la pasamos por alto y no hacemos nada para restablecer el daño, es otra práctica que fulmina la cohesión y arruina el equipo.

Se dan en “equipos” cosas como: estafas basándose en la confianza entre sus miembros, sacar ventaja de los otros al no asumir responsabilidades por incumplimiento de tareas o promesas, irrespeto de las necesidades de los miembros cuando el equipo se posiciona por encima de la práctica familiar y personal, abusos de todo tipo cuando se violan los acuerdos y no se piden permisos o se discuten previamente decisiones que pudieran afectar su desempeño.

En mi experiencia en equipos líderes y mediocres, extrañamente conformados en muchas ocasiones, por el mismo material humano, he podido comprobar que la excelencia además de estar designada por la suma de competencias de desempeño de sus miembros, dependerá de la conciente y coincidente decisión colectiva de incluir, atender y respetar las necesidades y anhelos individuales de los integrantes. Si la cohesión se logra, cualquier desafío o meta será posible alcanzarla de forma extraordinaria…


¡Hasta una próxima oportunidad!

María Mercedes Gómez Mazzeo.
Directora de Desarrollo de Negocios
Genética del Cambio C.A

2 comentarios:

  1. Nueva York, domingo 24 de enero de 2010.

    ¡Excelente artículo María Mercedes!, muy bien elaborado, con temas balanceados, con derivados de significado justos y consecuentes con las premisas que se desarrollan en el texto.

    Saludos cordiales,

    Róger Méndez, Ph.D.

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  2. ¡Gracias amigo!que sigan tus éxitos... MM

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