jueves, 14 de abril de 2011

Desesperada desesperanza… como reencuadarla.



























Somos de carne y hueso.

Hola tenía tiempo que no escribía, es más, creo que ésto que comparto hoy, no es para éste blog sino para el personal, que tambien llevo. Pero hoy decidí compartirlo aqui, ya que, de ésta misma fuente sale todo lo muy bueno, lo muy malo, lo muy muy que puedo ver, discernir, ensayar, fracasar y tener éxito también.

¿Porque no compartir lo humano si lo humano, es el tema de nuestro negocio?

Aqui no hay nada técnico, ni soportado por ningun modelo, ni autor famoso, puedes parar aqui o seguir, escuchando lo que esta mujer quiere decir, ésta es tu última oportunidad.

¿Sigues aqui? Hoy me doy permiso de compartir contigo ésto, no se si acertado o equivocado, sólo mi punto de vista, si deseas compartir tu punto de vista conmigo tendre mas visiones disponibles, que la mía.

Hablemos de la DESESPERANZA

La esperanza es para mí la creencia de que algo más grande que tú o alguien a quien tú esperas vendrá un día por ti… contigo y para ti:“Te esperaba o te espero,

•te espere mucho tiempo y no apareciste.
•Anhelo tu llegada,
•tu regreso,
•tu presencia,
•tu acción,
•tu posibilidad,
•tu resolución
para que yo en consecuencia no desee más, esté completa o completo”. Es también un:
•ya hice mi parte y espero la tuya,
•no hice mi parte esperando la tuya.
•hiciste la tuya pero no supe que esperabas de mí y no supe, no pude…”

El tema es que -a mi entender- la esperanza es tuya en referencia a aquel de quien tú crees puedes esperar algo para ti, para tu felicidad, para tu goce, tu propósito, o simplemente para tu amor.

•¿Eso crees?
•¿Eso creemos?
•¿Eso creen, algunos?
•¿Qué crees tú que es?

El sentimiento tiene varios matices, que van desde el brillo de tener todas tus esperanzas y expectativas alegres de haber confiado en ese que, quien o quienes, que elegiste como merecedores de toda tu confianza, energía y tu amor. Hasta lo más oscuro y doloroso que es la duda y las pocas o ninguna ganas de seguir apostándoles, en éste punto surge -para mí- la desesperada y dolorosa desesperanza.

La desesperanza es un hoyo negro y profundo donde no sabes que tan cerca o lejos y en qué dirección está la salida. Impresionantemente hay quien no concibe como una persona con muchos recursos emocionales, intelectuales y materiales puede llegar a encontrarse en tal posición.

Quien no la ha vivido, no sabe lo que es estar perdido y a la deriva. Es una situación tan bizarra que muchos que te quieren “ayudar” te hunden, “sin querer queriendo” lo hacen inconcientemente, te empujan más y más en el abismo, te animan a desistir, a entregarte a lo fatal, se quedan contigo incluso “acompañandote” y mirando cuando te vas a reventar, ponen toda su esperanza en que te revientes, para que ellos también –imagino yo- puedan justificar sus derrotas y disculpar sus propias cobardías.

Es increíble son como “los amigos de Job” del cuento bíblico, quienes seguro querían ayudarlo, pero acompañando, solo querían sentirse acompañados en su propia mediocridad, ellos (los del cuento) en su desesperanza le decían “amistósamente”: "maldice a Dios y Muere…" una solicitud de: termina de morir Job así yo justifico también mi muerte en vida contigo "amigo".

Familiaridad, amistad y enemistad también, porque siempre hay colado allí entre los “amigos” que te desayudan “sin querer queriendo” aquellos enemigos que tambien existen y “queriendo, queriendo” envidiosos disfrutan y gozan de tu caída y esperan con alegría que nunca salgas, porque saben que eres de alguna forma mejor que ellos, y nacido del hueco en el que estás ahora, serás aun más poderoso o poderosa, por lo tanto mas envidiado y envidiada.

Ese sentido y sentir de energía baja, escaza, pobre… Sabes que tienes que salir de inmediato de allí, pero la batería está en low… ¡Gracias a Dios! hay muchos amigos de otro mundo, que cual AVATARES te animan unidos a salir, te muestran distintas direcciones y formas, pero no pueden hacer más nada sino eso, animarte, porque ese hueco fue hecho a tu medida, para que nadie más se meta allí contigo, solo tú puedes salir de allí… solo o sola. Eres una semilla que nace de ese hueco o simplemente se pudre allí y muere. SALIR, SALIR, SALIR, SALIR, SALIR… es tú deseo: QUIERO SALIR, PUEDO SALIR, DECIDO SALIR.

Cada quien está (en ocasiones) en su hueco personal… cada cual ahorrando energías para el salto, procurando que “los otros” de otros huecos, no se la quiten o falsos amigos te la arrebaten… cada quien en su propio hueco esperando SALIR…

La esperanza en estas situaciones donde entiendes que estas solo, que nadie te va a tender una mano, no importa cuántas manos extendiste en el pasado, no importa cuantas extenderás en el futuro, cuantas personas salvaste o salvarás, no importa y NO IMPORTAS.

IMPÓRTATE TÚ. La única apuesta que puedes hacer es esperar todo de ti mismo. Apostarte tú a ti, reunir fuerzas, hacerte poderoso o poderosa y salir brincando de allí hacia donde te toque ir.

Quizás este paso es necesario para no sentir pesar por lo que dejas atrás, no vale la pena ya… quizás éste estado es necesario para posicionarte en otra realidad más elevada donde comience de nuevo un ciclo, distinto, con distintas situaciones y distintos quereres.

Crecer duele… nadie te dejó… cada quien se dejo a sí mismo, tú puedes dejar de esperar a los demás, aunque tu deseo más profundo es sentirte salvado al menos una vez por ese quien o que al tu elegiste para que te salvara… Déjalo así, no está para tí, hoy ya no está para ti, ya paso, no es... o al menos hoy no es...

Elígete a ti hoy para variar. Tú príncipe o princesa quizás, no es más que un sapo contigo, en el mismo charco, intentando saltar de su propio destino.Con sus propias y escazas fuerzas.

Puedes ser un Sapo o Sapita Valiente. Seguro descubrirás que realmente somos principes y princesas solo encantados por la idea falsa de que el beso era lo que te convertía...

Nadie besa SAPOS ni SAPAS, en realidad... Todos desean ser besados por principes y princesas... Sé quien quieres ser... evoluciona, transfórmate.


No hay comentarios:

Publicar un comentario