viernes, 30 de julio de 2010

Comunidad Venezolana de Aprendizaje de Facilitadores de Alto Impacto

LA BASE DE TODO APRENDIZAJE ES LA RECIPROCIDAD ENTRE EL CUERPO Y LA MENTE”.
MOSHE FELDENKRAIS


Un aporte de:
Janet Cárdenas
Facilitadora de Alto Impacto




























Siempre he pensado que nuestra corporalidad, postura y movimiento son partes integrales de nuestro aprendizaje, reflejando nuestra disposición mental, e incluso anímica a incorporar en nuestra existencia dimensiones hasta el momento desconocidas. Es por ello que, en un proceso de aprendizaje, en la escuela, en una conferencia etc, cuando observamos a alguien con los brazos cruzados, desgarbado, etc, inmediatamente pensamos que el individuo puede estar ausente del contexto. Pero ahondo y me pregunto, de dónde sacamos la corporalidad, cuándo y cómo la aprendemos.

Luego de leer la afirmación de Feldenkreis indicada en el título es fascinante observar que mi pensamiento no está tan alejado.

Según Coste (1979) la corporalidad es “el resultado de la experiencia del cuerpo con el mundo”, de tal manera que nuestros movimientos y lenguaje corporal son el producto de cómo movemos y ejercitamos nuestro cuerpo en nuestra vida. Es la forma, extensión o limitación de cómo experimentamos nuestro andar, cómo lo disfrutamos o lo sufrimos. Entonces es cierto que relacionamos los movimientos con las emociones y experiencias de vida que definen nuestros paradigmas y creencias, conformando redes neuronales que, a su vez, constituyen los mapas que orientan nuestra percepción y conciencia.

Nuestro cerebro entonces nos dicta repetidamente cómo debe ser nuestro desenvolvimiento en todos los aspectos de la vida, evidentemente siguiendo los patrones instaurados. Pero, qué sucede si nos damos cuenta, por ejemplo que el numero 4 no solamente se puede obtener sumando 2+2, sino que podemos lograrlo sumando 1+1+1+1= 4 ó si seguimos experimentando aprendemos nuevas fórmulas para lograr lo mismo. Significa entonces que ejecutamos varios movimientos distintos hacia una misma solución. Distintas dimensiones de un mismo tema.

Al respecto Moshé Feldenkreis aclara, a través de su método como el cuerpo y la mente están definitivamente integrados de forma tal que tu mente dice lo que es tu cuerpo y viceversa. Es fascinante aprender, que partiendo de la intención de una terapia de rehabilitación, este científico determina que intentando todas las dimensiones posibles de movimiento de su rodilla de manera consciente reaprende a caminar. Su modelo constituye entonces un esquema de bienestar físico y de conciencia, ya que mantiene la flexibilidad de la mente y el cuerpo. A través de la repetición de nuevos movimientos instaura en su cerebro nuevas redes neuronales, abre su conciencia y logra nuevamente caminar. Igualmente, sabemos que podemos mantener el equilibrio ubicando las dos piernas en paralelo y separadas, pero también si levantamos una pierna y fijamos la vista en un punto determinado (postura de yoga), entre otras. De esta manera trabajamos el cuerpo y el cerebro- la flexibilidad- la atención y la concentración –la disposición.

Creo personalmente que al lograr una integración funcional y neuronal, el cerebro permanece atento ante los distintos escenarios y dispone a nuestro cuerpo automáticamente a recibir información a través de la postura y corporalidad. Repitamos, descubramos nuevos movimientos y estemos conscientes de ellos.
Finalmente, nuestro aprendizaje será retribuido por la integración consciente de nuestro cuerpo y mente.

Comunícate conmigo: janetcardenas60@hotmail.com

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